Pena de Muerte

Contra la tendencia clásica de su partido, los republicanos promovieron 27 proyectos de ley abolicionistas en 2018.
Santa Sede
En un discurso, comenta el último cambio en el texto del Catecismo de la Iglesia Católica.
The Economist, Pew Research Center
Las opiniones favorables a ese castigo han recuperado terreno, pese a que en la actualidad se cometen menos homicidios que décadas atrás.
Pew Research Center, The New York Times
El descenso del respaldo a la pena capital coincide con una disminución de las ejecuciones.
A menos del 20% de los sentenciados se les termina aplicando la pena capital.
El Papa Francisco escribe que “hoy día la pena de muerte es inadmisible”, pues existen otros medios para reprimir el crimen eficazmente.
Kevin Yuill considera que la postura más progresista frente al suicidio asistido es oponerse a él.
Retrocede la pena de muerte y cierran clínicas abortistas, mientras la opinión pública se manifiesta más favorable al respeto del derecho a la vida.
La mayoría de los condenados a muerte en Texas dedican sus últimas palabras a su familia, a Dios y a pedir perdón.
En 2012 se documentaron ejecuciones en 21 países, en comparación con los 28 de un decenio antes.
The Economist
Para un cargo electo o candidato, apoyar la abolición de la pena de muerte ya no es sinónimo de suicidio político.
Le Monde, La Vanguardia
En EE.UU. la pena de muerte se mantiene en 34 estados, pero solo 10 la han aplicado en 2010.
Le Monde
En Estados Unidos se reduce la aplicación de la pena de muerte, pero oponerse a ella sigue siendo un suicidio político.
The New York Times
El caso de Troy Davis, ejecutado la semana pasada, ha vuelto a abrir el debate sobre la pena de muerte en EE.UU. Dos artículos del New York Times presentan opiniones divergentes.
Los países abolicionistas son ya mayoría, y la oposición a la pena de muerte crece también en naciones asiáticas.
Es el primer estado del país que elimina la pena capital desde la restauración en 1976.
El congreso de Filipinas acaba de abolir la pena de muerte, después de que un comité conjunto del Senado y la Cámara de Representantes unificara los dos proyectos de ley que se debatían en ambas cámaras. La ley entrará en vigor una vez que la firme la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, muy posiblemente antes de que comiencen las vacaciones parlamentarias [1]. Filipinas se convertirá así en el cuarto país del sudeste asiático-Pacífico, junto con Australia, Nueva Zelanda y Timor Oriental, que ha eliminado de sus leyes la pena capital. La ley beneficiará a los casi mil condenados que esperaban en el corredor de la muerte.
La negativa de dos anestesistas a colaborar en la ejecución de una pena de muerte en California ha reabierto el debate sobre la responsabilidad ética de los médicos ante el final de la vida. Brad Knickerbocker analiza en "Christian Science Monitor" esta polémica en relación a la pena de muerte, el suicidio asistido y los interrogatorios a prisioneros (24 febrero 2006).

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