El “fact checking” no es la panacea para desactivar la demagogia de Trump: el nervio central de su relato seguirá intacto mientras los medios no se tomen en serio las percepciones de sus votantes.
Hoy la extravagancia se acepta con más facilidad que en otras épocas, en parte por la necesidad de llamar la atención, alimentada por las redes sociales.
Al eliminar la filtración y venta de las preguntas del examen de ingreso a la universidad, los aprobados bajan a la mitad y miles de plazas se quedarán sin cubrir.
Algunas variantes de autismo pudieran estar detrás de la “disforia de género”. Con la prisa por los cambios de sexo quizás se esté desatendiendo un padecimiento psiquiátrico.
Mientras unas chicas musulmanas de Suiza tienen que ir a clases mixtas de natación, otras familias tienen el problema contrario con la indumentaria de sus hijas.
El 1 de enero entró en vigor la ley que obliga a las empresas a negociar con los trabajadores cómo atender asuntos laborales una vez terminada la jornada.
Si antes las críticas a la globalización venían de los países invadidos por los productos de Occidente, tras la recesión protesta la clase trabajadora de los países ricos, que ve emigrar empleos y llegar inmigrantes que compiten con ella por los puestos de trabajo. Una serie de tres artículos analiza la cuestión.
Empresarios y académicos de Estados Unidos han lanzado una propuesta con medidas para que el mundo empresarial recupere una visión menos obsesionada con el beneficio inmediato.
El líder republicano, la tercera autoridad política de EE.UU., es un buen ejemplo del nuevo conservadurismo que reclaman algunos intelectuales de la derecha.
Mientras Donald Trump advierte que expulsará a inmigrantes, empresarios de varios sectores quieren que vengan más. ¿Realmente los extranjeros quitan empleos a los nacionales?