Con su propuesta de examen de conciencia histórico, Juan Pablo II se dirigía a los cristianos. Pero, una vez más, una acción del Papa está alimentando también el debate cultural. En Italia ha sido Ernesto Galli della Loggia, profesor universitario, exponente de lo que allí se llama pensamiento laico y liberal, quien desde las páginas del Corriere della Sera (26 octubre) ha recogido el guante. También la cultura "laica" tiene sus culpas y tiene que pedir perdón. La afirmación resonó como una colosal provocación y ha dado origen a un animado debate.
Ignacio Sotelo, catedrático de sociología, escribe en El País (Madrid, 21-X-97) sobre la dignidad que muestran quienes se atreven a nadar contra la corriente, obedeciendo a su conciencia.
La psiquiatra Laura Schlesinger (estrella radiofónica de Estados Unidos, donde su programa es el segundo en audiencia) habla con sus oyentes de adquirir principios morales y olvidar la autocompasión y la indecisión. Charles Laurence comenta en The Daily Telegraph (26-XI-96).
El escritor Antonio Muñoz Molina comenta en El País (Madrid, 27-XI-96) la tendencia a juzgar la vida privada del genio con una indulgencia que no usamos con otros mortales.
Según un estudio llevado a cabo en ocho países por la organización británica Arise (Asociación para los Estudios en la Ciencia del Placer), muchas personas se sienten culpables después de hacer cosas como fumar, comer dulces, beber alcohol... Arise concluye que el remordimiento por dedicarse a ciertas diversiones o actividades placenteras es perjudicial para la salud. Minette Marrin comenta en The Sunday Telegraph (10-XI-96):
André Pichot, investigador en historia de las ciencias, señala en Le Monde (4-X-96) que la tendencia a buscar una explicación genética del comportamiento humano puede alentar el racismo.