Una corriente de pensamiento moral, social y político que ve en la vulnerabilidad de las personas y la solicitud por ellas un aspecto esencial de la vida individual y colectiva.
Aunque algunas corrientes reclaman derechos para los animales superiores, la diversidad de estatuto jurídico con los humanos se debe a diferencias esenciales.
Pellegrino, el más importante pensador y humanista de la medicina de los últimos tiempos, trabajó para mantener altos los valores morales de la profesión.
En su obra “Las virtudes en la práctica médica”, ahora disponible en español, Edmund Pellegrino y David Thomasma renovaron la ética de la profesión con un planteamiento de raíz clásica.
Toda tecnología plantea la cuestión de su uso ético, pero con la inteligencia artificial hay un problema adicional: cómo asegurar que ella misma se comporte bien.
El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales de este año es para un pensador muy popular, que entra a los debates éticos actuales sin ceder a las modas políticamente correctas.
Michael Ignatieff reivindica la importancia política y social de las virtudes morales y su carácter universal frente a las tentaciones nacionalistas y los regímenes injustos o corruptos.
Mactyre analiza cómo se materializa institucionalmente en la actualidad el conflicto entre la comprensión clásica de la ética, centrada en el bien, y el “expresivismo” moral auspiciado por la concepción moderna.
Libro sencillo y muy sugerente, de hondas raíces antropológicas, que permite conocer mucho mejor los síntomas de este vicio y las recetas para combatirlo.
Hunyadi analiza las consecuencias éticas de la distinción entre espacio público y espacio privado, y critica la imposición de ciertas actitudes ante la vida.
Para construir un mundo más justo no bastan las reivindicaciones sociales. Hace falta una moral que vaya más allá de la “ética del esfuerzo” y de la “búsqueda de la excelencia”.
Frente a visiones más utilitaristas Precht sostiene que el ser humano, tiende a cooperar y a prestar su ayuda desinteresadamente creando espacios sociales solidarios.
Un informe sostiene que profesionales sanitarios al servicio de la CIA o del ejército norteamericano violaron la ética profesional por no denunciar torturas o malos tratos a prisioneros.