Hoy en día se publican gran cantidad de datos, con los que se pretende retratar la realidad. Pero, a veces, los números esconden trampas. Por ejemplo, ¿cuántos pobres hay en Estados Unidos? Depende de dónde se ponga el límite de ingresos. Teniendo en cuenta la elevación del nivel de vida, la Oficina del Censo proyecta subirlo de 16.600 a 19.500 dólares anuales (para una familia de cuatro miembros). Entonces, de la noche a la mañana habría doce millones de pobres más. Michael Cox, economista de la Reserva Federal, y Richard Alm, periodista, comentan a este propósito (The Wall Street Journal, 10-XI-99):
Danielle Crittenden, directora de Women's Quarterly (Washington), escribe en The Daily Telegraph (Londres, 21-V-96) sobre el significado de las estadísticas que muestran desigualdades entre hombres y mujeres.
Desde Nueva Delhi, John Stackhouse explica que las organizaciones de ayuda al desarrollo suelen manejar estadísticas inciertas para justificar sus programas (The Globe and Mail, Toronto, 14-I-95).
Las predicciones demográficas se fundan sobre una base estadística original cuya fiabilidad es sólo relativa. Así lo puso de manifiesto en su intervención, en el mismo Coloquio, el profesor francés Gérard-François Dumont.
La prensa está llena a diario de estadísticas que se utilizan como argumentos y que casi nadie se molesta en comprobar. Jerry Adler comenta en Newsweek (25-VII-94) las manipulaciones que se realizan con las cifras.