Además de La Sirenita –película que marcó un antes y un después en el cine de animación–, Ron Clements y John Musker son los artífices de Aladdin, Hércules y Tiana y el sapo, por ejemplo. Ahora retornan a lo grande con Vaiana, una deslumbrante comedia de aventuras con unos cuantos números musicales.
Hace dos milenios, en una remota y paradisiaca isla de la Polinesia, una anciana relata a su nieta Vaiana la leyenda de Maui, que explica la extensión de la maldad en el mundo. Años después, la ya adolescente Vaiana se rebela contra su padre –el jefe de la tribu– y emprende un peligroso viaje.
Es cierto que algunos personajes y situaciones recuerdan demasiado a Lilo & Stitch y a otros títulos de dentro y fuera de Disney. También es verdad que ninguno de sus números musicales tiene la vibración de los de La Sirenita. Y que a veces resulta repetitiva, confusa o insustancial su inmersión en la mitología polinesia. Pero, desde luego, toda la animación de Vaiana mantiene un altísimo nivel de excelencia y espectacularidad, son memorables sus incursiones onírico-místicas y el conjunto resulta muy divertido, entretenidísimo y bastante positivo en su elogio de la valentía, la confianza en uno mismo, la defensa del bien común y un cierto sentido religioso natural.
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