La nueva adaptación de una novela de Federico Moccia, Tengo ganas de ti, repite, paso por paso, las características que llevaron al éxito a su predecesora (3 metros sobre el cielo): caras conocidas (o lo que es lo mismo, actores televisivos), toneladas de sentimentalismo epidérmico y bastante sexo.
La cinta no oculta sus pretensiones: convertirse en uno de los taquillazos del verano. Aclarada esta premisa, sobra hablar de una calidad cinematográfica que brilla por su ausencia. Por cierto, a las madres de adolescentes loc ...
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.