El año pasado, dos productoras vascas, Irusoin («La Isla del Cangrejo») y Dibulitoon («El ladrón de sueños»), aunaron fuerzas y produjeron la notable «Glup». Ahora, esos dos mismos estudios han coproducido «Supertramps», entretenida película infantil con personajes animados en 3D sobre fondos de maquetas. La película ganó el Premio Enfants Terribles en el Festival de Gijón 2004 y ahora opta al Goya 2004 al mejor largo de animación.
El guión recrea las andanzas urbanas de cuatro personajes marginales: una vieja paloma oriental que ya no consigue volar, un ratón del este de Europa afectado por los experimentos científicos que realizaron con él, una optimista cucaracha cubana que toca las maracas y un chulo gato callejero con fama de gafe. Todos ellos se unen para llevar a su casa a un gatita cursi y mandona que se ha perdido. Así cobrarán una jugosa recompensa.
Acostumbrados a las obras maestras de Pixar, cuesta asumir la animación digital de esta película, muy limitada en gestos y movimientos, y puntualmente tosca en su integración con las maquetas que sirven de fondos de la acción. Además, el guión no acaba de captar la atención del público adulto. De todas formas, la ambientación es cálida e imaginativa, la planificación resulta siempre sugerente, y hay conversaciones y situaciones divertidas, bien apoyadas por la original banda sonora de Pascal Gaigne. Además, su tono familiar nunca pierde pie, y exalta con inteligencia la solidaridad, la tolerancia y la integración racial y social.
Jerónimo José Martín
