Director: Rintaro. Dibujos animados. Guión: Katsuhiro Otomo. 107 min. Jóvenes.
Frente al luminoso naturalismo de Hayao Miyazaki -el aclamado autor de Porco Rosso y La Princesa Mononoke-, Katsuhiro Otomo lidera la otra gran escuela del anime (cine de animación) japonés, caracterizada por un pesimismo apocalíptico y por la fascinación hacia la biotecnología y la violencia. Tras dirigir Akira -el primer largo japonés de animación que triunfó en Occidente-, produjo la famosa colección de cortos Robot Carnival. Ahora ha escrito el guión de Metrópolis, ambiciosa adaptación de la mítica historieta de Osamu Tezuka, el primer maestro del manga (comics) y el anime japoneses.
Libremente inspirada en la película de Fritz Lang -cumbre del expresionismo alemán-, y con referencias a Blade Runner, Metrópolis transcurre en una ciudad futurista al borde del caos por culpa de las luchas entre humanos y robots, y del mesianismo totalitario de un extraño mecenas. Allí surgirá el romance entre un joven detective japonés y una inocente androide de última generación.
Como suele pasar en las películas de Otomo, el guión es confuso, y mezcla sin orden ni concierto combates violentísimos, poéticas escenas románticas, densos conflictos con resonancias shakespeareanas y etéreas críticas al cientifismo radical y al racismo. En cualquier caso, tal cóctel sostiene suficientemente el apabullante despliegue visual que realiza Rintaro (Harmagedon, Phoenix, X), de agresiva planificación, plagado de barrocos escenarios retrofuturistas, con una excelente animación limitada en 2D y 3D, y acompañado por una original banda sonora plagada de variaciones de jazz y de otros estilos musicales norteamericanos de los años 50.
Jerónimo José Martín