Cosas que diría con sólo mirarla

Things You Can Tell Just by Looking at Her

TÍTULO ORIGINAL Things You Can Tell Just by Looking at Her

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Director y guionista: Rodrigo García. Intérpretes: Glenn Close, Calista Flockhart, Cameron Díaz, Helen Hunter, Kathy Baker, Amy Brenneman. 109 min. Adultos.

Debuta como director el colombiano Rodrigo García, hijo del famoso escritor Gabriel García Márquez. Formado en Harvard y en el American Film Institute, escribe y dirige esta colección de cinco historias sobre la soledad femenina, con personajes comunes y singulares, al estilo de Caricias, de Ventura Pons, o Magnolia, de Paul Thomas Anderson. Todos los episodios transcurren en el barrio de San Fernando de Los Ángeles y se hilvanan por un casi invisible hilo de relaciones. Cada historia tiene su título y su protagonista, y describe alguna situación expresiva de la necesidad de ser amado.

Glenn Close da vida a una médico abortista divorciada que pide ayuda a una echadora de cartas lesbiana (Calista Flockhart), angustiada a su vez por la enfermedad mortal de su amante (Valeria Golino). También atormentada es la existencia de una seria policía (Amy Brenneman), que cuida de su bella y frívola hermana ciega (Cameron Díaz). Ahora, la detective está a punto de intimar con el médico forense que investiga con ella el suicidio de una mujer chicana (Elpidia Carrillo). Por su parte, la directora de un banco (Holly Hunter), soltera pero liada con dos hombres, decide abortar pese a las advertencias de su ginecóloga (Roma Maffia) y de una mendiga loca (Penny Allen). Finalmente, una escritora de cuentos infantiles (Kathy Baker), madre soltera de un adolescente, se enamora de un enano que se instala enfrente de su casa.

Premio al guión en el Festival de Sundance de 1999, la película ofrece unas portentosas interpretaciones, una realización detallista y la seriedad de un tema como la soledad radical que inunda nuestro mundo moderno. Sin embargo, la opción de Rodrigo García -parecida a la de Almodóvar- de limitarse a constatar los hechos sin juzgarlos, le lleva a mantener una excesiva ambigüedad ante cuestiones de relevancia moral, como el aborto o el verdadero sentido de la sexualidad. El resultado es un film que se queda corto y que, en definitiva, deja a sus personajes más solos de lo que estaban.

Juan Orellana

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