Al visitar Iraq, el Papa lleva un mensaje de “consuelo y esperanza” para todos y abraza a una comunidad de fieles que hunde sus raíces en los albores del cristianismo.
A un año de firmado un pacto entre el Vaticano y las autoridades chinas sobre el nombramiento de obispos, el régimen ha seguido reforzando el control sobre la Iglesia local.
La Santa Sede deja a la conciencia de cada uno la decisión de inscribirse o no en un registro oficial, según la fórmula que se emplee en cada lugar y las implicaciones que pueda tener.
La presencia de numerosos cristianos en las protestas contra una ley de extradición a China, y el orden en que transcurrieron, dejan ver el rastro de la fe en el territorio.