Las casi tres horas de cine más rápidas que pueda uno ver en pantalla y un Tom Cruise en plena forma construyen una de las mejores películas de acción de todos los tiempos.
Ethan Hunt vuelve a la carga. Una misión fallida les llevará, a él y a su equipo, por Europa y Oriente, para recuperar unos núcleos de plutonio, antes de que Los Apóstoles consigan crear y activar unas nuevas bombas atómicas.
En la Tierra desolada por una guerra contra alienígenas se desarrolla una historia entretenida, visualmente espectacular, con Tom Cruise como rey de la función.
1870. El capitán Nathan Algren es un hombre a la deriva. Las batallas que libró en otro tiempo parecen ahora lejanas e inútiles. Una vez arriesgó su vida por el honor y por la patria, pero, en los años transcurridos desde la Guerra de Secesión estadounidense, el mundo ha cambiado. El pragmatismo ha reemplazado al valor, el interés personal ha ocupado el lugar del sacrificio y el honor no se encuentra en ninguna parte, especialmente en el Oeste, donde su papel en las campañas contra los indios acabó en desilusión y tristeza. En algún lugar de las implacables llanuras junto a la ribera del río Washita, Algren perdió su alma. En un mundo completamente distinto, otro soldado ve como su modo de vida está a punto de desintegrarse.