Sin la sutileza de "Ocho apellidos vascos", esta cinta acumula tópicos sobre la burguesía y los inmigrantes marroquíes, pero procura ser amable y los actores tienen gracia.
Con esta historia de una madre alejada de su hija, Almodóvar recupera el nivel que había perdido y vuelve sobre sus temas de siempre, aunque con algo más de profundidad.
La película cumple el objetivo de ilustrar un período clave de la historia de España: el pulso entre Felipe el Hermoso y Fernando el Católico, tras morir Isabel.