Spike Lee adapta con inteligencia las memorias del primer policía de raza negra de Colorado Springs, que emprende una investigación sobre el Ku Klux Klan.
Ethan Hunt vuelve a la carga. Una misión fallida les llevará, a él y a su equipo, por Europa y Oriente, para recuperar unos núcleos de plutonio, antes de que Los Apóstoles consigan crear y activar unas nuevas bombas atómicas.
Película coral, con muchas tramas amorosas, pero con un tono menos cínico que otras veces, aunque tremendamente irónico, hedonista e incidentalmente soez.
La película plantea un tema original e interesante a propósito de los “bebés medicamento”, pero el director lo desperdicia cargando la mano en los sentimientos y renunciando a la reflexión.
Supera a la primera entrega en animación y en guión, y aunque resulta un tanto convencional, es un divertido pasatiempo que gustará a un público muy amplio.