Denis Villeneuve ha conseguido una digna secuela de la obra maestra de 1982, con estilo y temas de fondo actuales, aunque sin alcanzar el nivel de la película original.
Sin sus poderes, por primera vez, Lobezno es verdaderamente vulnerable. Después de una vida de dolor y angustia, sin rumbo y perdido en el mundo donde los X-Men son leyenda, su mentor Charles Xavier lo convence de asumir una última misión: proteger a una joven que será la única esperanza para la raza mutante.