Ambientada en la República del Congo, la novela cuenta desde la mirada de un adolescente los traumáticos cambios políticos que vivió el país y que afectaron a su familia.
Descartar obras del pasado porque contienen ideas hoy inaceptables puede llevarnos a seguir la corriente y hacernos ciegos a los prejuicios del tiempo presente.
La tendencia de despojar a la narrativa para niños de sus conflictos y mitos tradicionales puede acabar perjudicando su capacidad para analizar la realidad y asumir valores positivos.
Dos profesores diseccionan el pensamiento posmoderno que sustenta corrientes como la ideología “woke” o la teoría crítica de la raza, y ponen de manifiesto su inconsistencia.