Una buena causa, como la lucha contra el racismo, salida de madre, puede convertirse en fundamentalismo puro y acabar volviéndose en contra de las libertades de aquellos a quienes pretende defender.
Si un bloguero o un amigo en una red social recomienda un producto que ha probado, se supone que da un consejo desinteresado. O quizá no: puede ser publicidad pagada y encubierta.
Los medios informativos no se han beneficiado excesivamente del crecimiento de la publicidad en Internet que se ha experimentado en 2007 y que según previsiones continuará en 2008.