La vida de los otros, estrenada en 2006 y ganadora del Oscar a la cinta en lengua no inglesa, es considerada por muchos como la mejor película europea de la década. Puede parecer sorprendente el cambio de registro que supone para el director alemán de 37 años que su segunda película sea The Tourist, un producto de Hollywood, con 100 millones de presupuesto y dos grandes estrellas como protagonistas. La historia es la de El secreto de Anthony Zimmer (2005), del director francés Jérôme Salle. La protagonista es una mujer enamorada de un estafador buscado por la policía francesa, que la sigue esperando que les lleve hasta él. Para alejarles de la presa, ella seduce a un turista norteamericano que se parece al delincuente.
The Tourist es una película muy bien hecha, contada con talento y donaire, con una distinción poco frecuente en el cine contemporáneo. Buena parte del mérito es de la música de James Newton Howard (El Bosque), cuya partitura marca el compás a una historia que, como ocurría en Charada o Con la muerte en los talones, tiene mucho de ballet. Henckel ha localizado la historia en París y Venecia -fotografiadas por John Seale (Oscar por El paciente inglés) de una manera espectacular- integrando la trama en escenarios muy bellos, con unas secuencias que fluyen con encanto.
Ciertamente la historia no es original, pero no es la primera vez que una película repite y mejora otra precedente, que en este caso no es mala.
Henckel von Donnersmarck demuestra que sabe trabajar en Hollywood y dirige con muy buena mano a actores que generalmente hacen lo que quieren: Depp y Jolie, especialmente ella, están estupendos. El sello del gran director alemán está presente en una película de impecable acabado con un sentido del ritmo excelente.
