El cine francés vive momentos de esplendor. Produce películas muy variadas con unos niveles de calidad altos. Logra productos atractivos en el cine de género y una llamativa energía y originalidad en obras más arriesgadas, que suponen internarse en territorios que hay que explorar, porque no se han transitado mucho.

En este último apartado se enmarca Polisse. La realizadora, guionista y actriz (interpreta a la fotógrafa que acompaña a unos policías para hacer un reportaje periodístico) nos introduce en el día a día de una unidad policial que se ocupa de la protección de menores. El material que maneja la película es, como se comprenderá, quebradizo. Pederastas, maltratadores, autores y víctimas de abuso de menores, persecución de traficantes de pornografía infantil, delincuencia juvenil, explotación de menores para la mendicidad…

Los miembros de la unidad son policías avezados, gente curtida. Pero también personas corrientes, vulnerables, hijos de su tiempo en una sociedad enferma. Casados, con hijos, embarazadas, fieles o infieles, felices o frustrados, divorciados, enamorados, recién casados, alérgicos al compromiso. Abrumados en ocasiones ante la maldad volcada sobre los más inocentes. Irascibles y teatrales, quizá por haber visto muchas películas americanas…

Forman un grupo en el que hay muchas bromas, como en los quirófanos. El grupo está muy unido porque saben que en un trabajo así no te puedes aislar, entre otras cosas porque los interrogatorios y pesquisas requieren mucha prudencia, pudor pero también una tremenda crudeza para llegar al fondo de asuntos muy tristes. O tienes humor o mueres, porque el día a día es duro y hay que desmitificar. La cinta tiene diálogos burros pero que resultan sencillamente magistrales (ese interrogatorio a la niña de 13 años) porque muestran las patologías sexuales que se transmiten a los niños y que se contraen casi por ósmosis.

Merecidamente premiada en Cannes, Polisse es una cinta lúcida, oportuna, rabiosamente asomada al mundo real, fresca, desenvuelta, trágica, divertida, habilísima. El reparto es maravilloso. Una señora película con una historia –vuelvo a advertirlo– cruda, pero casi nunca complaciente o banal.

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