Freddy Quell, alienado veterano de la Segunda Guerra Mundial, suma a un pasado familiar borrascoso los traumas bélicos y la difícil reinserción en la vida civil. Adicto al sexo y al alcohol, tras una borrachera acaba a bordo del barco de Lancaster Dodd, líder de una secta. Asociar esta película a la cienciología –para más inri, Paul Thomas Anderson dirigió a uno de sus miembros ilustres, Tom Cruise, en Magnolia– es más una jugada de marketing que verdadera alusión a una realidad que, como mucho, inspira al director. Sea como fuere, la cinta –escrita, dirigida y producida por Anderson– supone un intento serio por describir ciertas seudorreligiones que prometen aliviar a los que han perdido el norte existencial con un método supuestamente cie…

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.