Christopher Evan Welch

En torno a un adicto al sexo y al alcohol que es atraído a una secta, se teje un opresivo relato que quiere ofrecer una reflexión sobre líderes seudorreligiosos.
Una comedia satírica sobre el mundo del cine en Los Ángeles, que sabe a poco viniendo del director de La cortina de humo.
El Woody Allen de siempre. Buen contador de historias, ingenioso en algunos recursos, divertido... pero también cínico y desesperanzado, a vueltas con el amor y el desamor, la felicidad y la desdicha, el sentido de la vida y la religión.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.