Un proyecto de ley en trámite en el Parlamento de Canadá persigue, mediante amenaza de cárcel, prohibir a los padres oponerse a que sus hijos menores cambien de sexo.
Según la ministra de Igualdad, la reforma a la ley “trans” busca proteger a los niños y adolescentes de las consecuencias irreversibles de una decisión de este tipo.
Aunque menos publicitados, hay casos de personas que se sometieron a “reasignación de sexo” y, posteriormente, han pedido retornar a su sexo biológico y lamentado la ligereza del diagnóstico.
Nueve antiguos transexuales envían al Tribunal Supremo de EE.UU. sus testimonios, a tenor del caso de una empresa demandada por un exempleado que cambió de sexo.
Un exmilitar que en 2016 logró ser identificado como el primer estadounidense “no binario”, reconoce que el proceso fue “un fraude médico y científico”.
Para los casos de niños que dicen no identificarse con su género, hay protocolos que recomiendan impedir con fármacos el desarrollo de los caracteres sexuales. Dos especialistas señalan los riesgos de estos tratamientos.
Algunas variantes de autismo pudieran estar detrás de la “disforia de género”. Con la prisa por los cambios de sexo quizás se esté desatendiendo un padecimiento psiquiátrico.
El gobierno de Obama ordena a los colegios públicos que estén al tanto de la voluntad de los alumnos “transexuales”, so pena de retirarles la financiación.
El Dr. Carlos Chiclana, especialista en Psiquiatría, toma distancia de quienes sugieren “avanzar” velozmente con los menores que muestran síntomas de una hipotética disforia de género.
La mayoría de los niños con trastorno de identidad de género superan el problema tras la pubertad. Algunos colectivos querrían, sin embargo, que la “reasignación de sexo” comenzara cada vez más temprano.