Bien sea por convicción o por hacer de la necesidad virtud, en algunos sectores de jóvenes profesionales empieza a abrirse paso una nueva mentalidad ante el trabajo. Hay quien opta por trabajar menos horas, ganar menos y consumir menos, para llevar una vida más sobria pero más placentera. Se trata de decir adiós al estrés y al afán consumista, para elegir una voluntaria simplicidad.