En un momento de saturación del debate feminista como el que vivimos, algunos lectores mirarán con prejuicio este libro que promete “una historia del mundo diferente” protagonizada por las mujeres. Sin embargo, Las que faltaban propone un viaje apasionante a través del tiempo, desde los neandertales hasta la guerra de Afganistán, en el que caben personajes para todos los gustos. Porque, como afirma la autora, la historia de las grandes mujeres es también la de todos los que las acompañaron –entre ellos muchos hombres–, mientras desafiaban numerosos prejuicios sociales.
Cristina Oñoro, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, es especialista en las relaciones entre filosofía y creación literaria, y en literatura escrita por mujeres. En este libro va desgranando las ideas de cada época sobre el papel de la mujer, y para ello pone la lupa en trece de ellas, a las que ha elegido tanto por su importancia histórica como por afinidad con sus vidas.
Oñoro ha llevado a cabo una encomiable labor de investigación y consigue contar al lector muchas anécdotas, así como aclarar cuestiones que a veces han sido distorsionadas por la leyenda, como ocurre con la historia de Cleopatra o la de Juana de Arco, con el descubrimiento de América y con la disputa entre franceses e ingleses a cuenta de la piedra de Rosetta.
El resultado final ofrece una lectura divertida, interesante y sin acritud del camino recorrido por las mujeres para alcanzar las virtudes intelectuales, desde los momentos en los que solo se esperaba de ellas que salvaran su castidad.
Históricamente, en materia de educación y cultura, se ha dedicado mucho más esfuerzo a que se comprenda mejor a los hombres que a las mujeres, a que se entiendan sus aventuras, sus odiseas. Algunos quizá matizarán esta afirmación, pero no puede negarse que en términos generales encierra una profunda verdad.
Sin desdeñar las hazañas llevadas a cabo por hombres, Oñoro pretende hacer justicia y llenar una laguna que en cierto modo existe en la historiografía para –como ella misma resalta– “no caer en el peligro de ofrecer esta visión exclusivamente en programas específicos de estudios feministas”.