Todas las criaturas grandes y pequeñas

Todas las criaturas grandes y pequeñas

GÉNEROS

PÚBLICOJóvenes

ESTRENO25/12/2021

EPISODIOS2 temporadas, 14 episodios de 60 min.

PLATAFORMAS,

James Alfred Wight, más conocido por su pseudónimo James Herriot, fue un veterinario inglés, pero criado en Glasgow, donde se diplomó como cirujano. En 1969 escribió If Only They Could Talk, primer libro de una larga serie autobiográfica sobre su trabajo como veterinario en el Yorkshire de los años 40 del siglo pasado y su vida en la RAF durante la Segunda Guerra Mundial. Dos libros suyos fueron llevados al cine en los años 70 y, entre 1978 y 1990, Bill y Brian Sellars produjeron para la BBC la serie Todas las criaturas grandes y pequeñas –basada en la obra homónima–, que gozó de una enorme popularidad. Un éxito similar está alcanzando la nueva adaptación iniciada en 2020 por Richard Burrell y James Dean para PBS –la televisión pública estadounidense– y Playground, que se ha convertido en la serie más vista de la historia en el británico Channel 5. Hasta ahora, se han emitido dos temporadas, cada una con 6 episodios de 60 minutos, más dos preciosos especiales navideños.

Incluir en un título la palabra “criaturas” ya supone una cierta aceptación de la cosmología cristiana, en la que han sido creados por Dios el universo y todos los seres que lo habitan, sean del tamaño que sea, y en la que todos ellos gozan de la protección divina. Ese enfoque, asumido sin grandes manifestaciones explícitas, es el principal atractivo y lo que da entidad, hondura y emoción real a esta sucesión de sencillas anécdotas cotidianas en torno a la labor profesional de Herriot, su excéntrico jefe Siegfried y el díscolo hermano pequeño de este, Tristan, admirablemente atendidos por la Sra. Hall, una encantadora ama de llaves, que tiene claro que “no conquistamos las montañas, sino a nosotros mismos”. Todo ello, mientras se avanza hacia la Segunda Guerra Mundial y al hilo de los complejos amores y desamores de los tres veterinarios, y sobre todo de Herriot con Helen, una ganadera de fuerte personalidad.

Quizá alguno considere este planteamiento ligero y blando, pero en realidad ofrece respuestas muy sugerentes al sentido profundo del trabajo bien hecho, de la hermandad, del amor, de la amistad, del servicio al bien común y, por supuesto, del cariño a los animales, que suele reflejar la capacidad de amar a los demás humanos. Como dice Siegfried a Harriot, “el animal es la parte más sencilla; las personas son las que causan problemas”. Todo ello, expuesto con sentido del ritmo, elegancia y buen humor; maravillosamente ambientado, fotografiado y filmado; aderezado con la bella partitura de Alexandra Harwood e interpretado con fresca naturalidad por un reparto sensacional. Se logra así el milagro de hacer reír, llorar y pensar, a menudo al mismo tiempo. Una cualidad singular, reservada a muy pocos: el Leo McCarey de Siguiendo mi camino, el Frank Capra de Qué bello es vivir, el John Ford de El hombre tranquilo… Los tres, cuidadosos admiradores de todas las criaturas grandes y pequeñas

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