Director: Andrew Bergman. Intérpretes: Nicolas Cage, Bridget Fonda, Rosie Pérez.
Nueva comedia romántica al estilo de Frank Capra. Describe las peripecias de Charlie (Nicolas Cage), un honrado y encantador policía de Nueva York. Es la cara opuesta de su esposa, Muriel (Rosie Pérez), una mujer frívola, vulgar y ambiciosa. Un día, Charlie no tiene dinero para dar una propina a una bella y atormentada camarera (Bridget Fonda), y le promete compartir con ella un boleto de lotería. Les toca el primer premio y todo se complica, pues Muriel no está dispuesta a compartir el dinero.
El guión de Jane Anderson, basado en una historia real, define bien a los personajes y ofrece muchos elementos de interés en su cuadro costumbrista y melodramático. Los intérpretes, sobre esta buena base, llevan a cabo un vigoroso trabajo coral. Sin embargo, a la puesta en escena de Andrew Bergman (El novato) le falta convicción, y no aprovecha todos los posibles momentos mágicos que le ofrecía el argumento. En cualquier caso, es suficientemente eficaz como para que el film se vea con agrado.
En cuanto al tratamiento de fondo, la película conserva parte de la frescura y de la sencilla humanidad de las comedias clásicas, aunque no su hondura. Sin duda, es válida y atractiva su apología idealista del amor, de la solidaridad y del trabajo bien hecho, frente al materialismo consumista. Sin embargo, su visión del matrimonio resulta excesivamente caricaturesca y un tanto amoral. En realidad, este film vuelve a demostrar que los buenos sentimientos, para que resulten convincentes y auténticos, deben estar asentados en una sólida base moral.
Jerónimo José Martín