Sarah, autora de best-sellers, prepara un libro sobre Mary Swann, poetisa asesinada por su marido, que después se suicidó. En el pueblo de Swann descubre, tras la belleza de los poemas, a una mujer frágil y maltratada. El ambiente sofisticado de Sarah contrasta con otro pueblerino, de secretos difíciles de desvelar. Como difícil es saber qué piensa Rose, bibliotecaria del pueblo, responsable de que la obra de Swann viera la luz.
Anna Benson Gyles ha dirigido varios documentales biográficos. El esfuerzo dedicado a objetivar personajes se nota en este film de ficción, adaptado de un libro de Carol Shields, ganadora del Pulitzer: se describen con esmero los actos de las dos protagonistas, sugiriendo posibles motivaciones e insatisfacciones. Claro que está la investigación para redactar un libro, pero el desenlace prueba que tal indagación -macguffin de la historia- es lo de menos. Cuenta el choque de mentalidades, urbana y rural, que se enriquecen mutuamente. Aunque la atmósfera es adecuada, se echa en falta mayor definición: demasiadas ambigüedades sembradas, como la sugerida por la inexistente vida sexual de Rose, y su relación con otras mujeres. Sobresale el trabajo de Miranda Richardson y Brenda Fricker; y destaca el pasaje en que Fricker recita un poema de Swann.
José María Aresté
