Directores: Stig Bergqvist y Paul Demeyer. Dibujos animados. Guión: J. David Stem & David N. Weiss, Jill Gorey & Barbara Herndon y Kate Boutilier. 78 min. Todos.
Los Rugrats fueron creados en 1991 para la televisión por la norteamericana Arlene Klasky, el húngaro Gabor Csupo y el francés Paul Germain. Desde entonces, la serie ha ganado tres premios Emmy, encandila a millones de espectadores en más de 130 países y generó una primera aventura fílmica -Rugrats: La película. Aventuras en pañales-, que gozó de buenas críticas y un gran éxito de taquilla. Rugrats en París, la segunda entrega para la gran pantalla, también está teniendo una notable acogida.
Esta vez, la incombustible pandilla de bebés acaba en París con sus respectivos padres. El motivo es que reclaman al caótico inventor Stu Pickles desde EuroReptarlandia, un sofisticado parque temático en el que se ha roto un inmenso dinosaurio mecánico diseñado por Stu. Los Pickles y sus matrimonios amigos se enfrentarán allí a la frívola directora del parque, Coco La Bouche, que intenta casarse con el viudo Chas Finster para así poder convertirse en presidenta de la multinacional japonesa a la que pertenece el parque. Sus malvados propósitos se ven favorecidos por el hecho de que que el hijo de Chas, Chuckie, echa de menos a su mamá y ansía tener una nueva.
Aunque la trama resulta menos fresca y chispeante que la de la primera entrega, los heterodoxos bebés ofrecen otra vez una divertida e inteligente visión crítica del mundo de los adultos, decididamente antimaterialista y elogiosa de la maternidad, la unidad familiar, la amistad y la valentía. Todo ello, plagado de jugosos guiños cinéfilos -como el arranque al estilo de El Padrino-, y resuelto por Stig Bergqvist y Paul Demeyer a través de una excelente animación feísta, de impactante planificación y muy expresiva en gestos y movimientos. Además, esta vez se incluyen espectaculares secuencias de acción, apoyadas con brillantes animaciones por ordenador, y una espléndida selección de canciones de diversos estilos.
Jerónimo José Martín