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Mujercitas

TÍTULO ORIGINAL Little Women

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Directora: Gillian Armstrong. Intérpretes: Winona Ryder, Gabriel Byrne, Susan Sarandon, Trini Alvarado, Samantha Mathis, Kirsten Dunst, Christian Bale, Eric Stolz.

Nueva versión cinematográfica de la clásica novela de la escritora norteamericana Louisa May Alcott. Publicada por vez primera en 1868, ya había sido llevada al cine por George Cukor en 1933 y por Mervyn LeRoy en 1950, en ambos casos con repartos de lujo y resultados de muy alta calidad.

La acción coincide con la Guerra de Secesión norteamericana y describe el proceso de maduración personal de las hermanas March, cuatro jóvenes de una humilde familia de Nueva Inglaterra. De caracteres muy diferentes, cada una de ellas asimilará a su manera la esmerada educación en la libertad y en la solidaridad que han recibido de sus padres; una educación que constrasta con los rígidos esquemas victorianos de la época. La que más sufrirá el paso a la madurez será Jo (Winona Ryder), de temperamento independiente y que ansía ser escritora a toda costa, lo que provocará que el amor le sea esquivo.

La cineasta australiana Gillian Armstrong (My Brilliant Career, Fuegos internos) ha asumido con valentía los retos de modernizar la popular novela sin renunciar a su romanticismo, y de ver comparada su película con sus ilustres predecesoras. Lo cierto es que sale del envite bastante bien parada, aunque su film no alcance la solidez narrativa y la fuerza emotiva de las anteriores versiones. Su puesta en escena sigue los pasos del trabajo de Martin Scorsese en La edad de la inocencia, sobre todo en el valor dramático que da a los objetos y a la exuberante ambientación, de modo que resulta elegantísima y de gran belleza visual.

Por otra parte, ha contado con un reparto de primera categoría, en el que sólo desentona un poco Gabriel Byrne, quizá demasiado mayor para el personaje que caracteriza. Brillan con luz propia la siempre magnífica Susan Sarandon y Winona Ryder, que ha conseguido con este trabajo su segunda candidatura al Oscar a la mejor actriz.

Sin duda, ésta es la más femenina y la más feminista de la versiones fílmicas de la famosa novela; no en vano, tanto el reparto como el equipo técnico está dominado por mujeres. Pero Gillian Armstrong ha tenido el acierto de no excederse en su actualización de contenidos. Así, aunque refuerza los elementos de crítica social -sobre todo respecto al papel de la mujer- y enfatiza notablemente los personajes masculinos, no debilita en absoluto el valor que da la novela a temas de gran trascendencia, como la unidad familiar, la formación humanística, la integridad moral, el sentido del amor y del sacrificio o la dimensión espiritual del ser humano.

Sólo ha faltado a la directora australiana una pizca más de convicción, pues la película sólo consigue conmover en contadas ocasiones. En cualquier caso, ha conseguido una obra bella y profunda, con el inconfundible sabor de lo clásico.

Jerónimo José Martín

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