En el metro de Buenos Aires tiene lugar la extraña desaparición de un convoy completo, con todos sus pasajeros. Prat, un joven topólogo, propone una explicación matemática, lo que provoca las burlas de los demás expertos que investigan el caso.
A través del metro y sus misterios, el film ofrece una parábola inquietante sobre el hombre moderno que, encerrado en su pequeño mundo, no se abre a dialogar con sus semejantes. Aunque el simbolismo sea sugerente y la narración se siga con interés, falta desarrollo en la exposición, claridad y definición de personajes.
Este film despierta inevitables simpatías por la historia de su gestación. Varios profesores de la Universidad del Cine de Buenos Aires, capitaneados por Gustavo Mosquera R., tuvieron la buena idea de proponer a sus alumnos, como trabajo fin de estudios, este largometraje.
Moebius no es una gran película, pero es digna. La acertada opción de hacer cine de género permite la concepción de secuencias intensas por la atmósfera de que están impregnadas, entre el misterio y el suspense. La factura visual es buena, y sólo cabe reprocharle cierto efectismo propio del principiante, sobre todo en los continuos cambios de foco. Están muy bien aprovechadas las localizaciones: el metro, la feria, las aulas de la universidad…
José María Aresté