Director y guionista: Wisit Sasanatieng. Intérpretes: Chartchai Ngamsan, Stella Malucchi, Supakorn Kitsuwon, Arawat Ruangvuth. 110 min. Jóvenes-adultos.
Rumpoey y Dum se conocieron de niños durante la II Guerra Mundial. Un día, Rumpoey pide a Dum que la lleve a pasear en barca. De regreso, un grupo de chavales maleantes intentan meterse con Rumpoey, a lo que Dum responde enfrentándose a ellos. Se desata una brutal pelea, en la que Rumpoey está a punto de morir ahogada. El padre de Dum, indignado por lo ocurrido, castiga a su hijo con una severa paliza. Pero la verdad de lo ocurrido se quedará grabada secretamente en la memoria de Rumpoey para toda su vida.
Las lágrimas del tigre negro es una sorprendente película tailandesa que rinde homenaje a una estética cursi y pasada de moda, hasta hacer de aquellos patrones caducos una obra de arte. Colores pastel, telones pintados como fondos, personajes arquetípicos caricaturizados, puestas de sol dibujadas…, todo como una postal vieja coloreada. Ese estilo visual, que adquiere en el film niveles poéticos, sostiene una historia que tiende un puente imposible entre el cómic más popular y el melodrama romántico más conmovedor. El resultado es una película única e irrepetible. El elemento musical, envolvente y muy protagonista, combina canciones románticas pop tailandesas con variaciones sobre el Peer Gyn de Grieg.
La película, que refleja corazones nobles y generosos, y un amor puro ya nunca retratado en el cine occidental, tiene un cierto sabor fatalista, que plantea la felicidad en términos de un azar inaprensible. Y quizá resultan demasiado sangrientas sus secuencias de acción, caricaturas del western y del cine negro clásico.
Juan Orellana