Premiada a la mejor película y director en el Festival de Huelva 99, Garage Olimpo supera su carencia de medios gracias al entusiasmo de su director y a la fuerza de su mensaje.
Argentina, tras el golpe de Estado militar de 1976. María, estudiante de 19 años y maestra de analfabetos, vive con su madre en una decadente mansión con varios inquilinos, entre ellos Félix, un joven tímido que se enamora de María. Un día, un grupo de militares sin uniforme se lleva a María. Encarcelada en un centro clandestino, el Garage Olimpo, descubre que Félix practica allí interrogatorios y torturas.
El chileno Marco Bechis se ha basado en su propio secuestro y encarcelamiento. Por eso su película es un grito desgarrador, una invitación a no olvidar aquella criminal represión. Pesan la pobreza del montaje, la lenta entrada en materia y el fallido intento de armonizar las historias de María, su madre y Félix. Además, su insistente violencia explícita termina por anestesiar la sensibilidad del espectador. De todos modos, está bien interpretada, carece de discursos ideológicos, emplea el sonido con inteligencia e incluye varias secuencias tan atroces como brillantes.
Fernando Gil-Delgado
