En 1979 un médico australiano de 34 años llamado George Miller entraba en el mundo del cine con una película sobre moteros salvajes y policías desequilibrados en una Australia desvencijada y siniestra titulada Mad Max. Tras la cuarta entrega de la saga, la excelente Mad Max: Furia en la carretera (2015), Miller parece dispuesto a iniciar un spin-off protagonizado por el personaje femenino que interpretó Charlize Theron, ahora encarnada por Anya Taylor-Joy (Gambito de Dama).
170 millones de presupuesto para contar la historia de Furiosa desde niña, con extenuantes secuencias de acción rodadas por especialistas volatineros en impresionantes desiertos australianos. Mucho ruido, mucho acelerón, música atronadora, pero poca historia, personajes esquemáticos y una montaña de clichés. Los aficionados al circo motero disfrutarán.