Director: Fabio Barreto. Guión: Leopoldo Serran. Intérpretes: Gloria Pires, Patricia Pillar, Alexandre Paternost, Bruno Campos. 107 min.
A principios de este siglo llegan al Sur del Brasil un grupo de inmigrantes italianos. Debido a que el hijo más joven es quien recibe la herencia, Angelo, callado y emprendedor, recién casado con Teresa, busca fortuna fuera del lar familiar. Convence a Massimo, casado con una prima de su mujer, Pierina, para que unan con ellos sus esfuerzos. En otras tierras se hacen ricos. Pero Teresa y Massimo, que desde el principio se habían sentido atraídos, toman del Banco su parte del dinero, y huyen.
Hasta aquí el film coincide con la novela, basada en un hecho real, de final trágico. Sin embargo, el director, que llama «hipocresía social» a la moral natural, y «opresión» a la fidelidad matrimonial, ha querido que sus protagonistas fuercen «a las instituciones sociales y religiosas a progresar», y propone un cambio de parejas nada traumático, sino optimista y feliz; aunque ni sucedió así ni cuadra con la naturaleza del campesinado de la época.
La película, candidata por Brasil al Oscar al mejor film en habla no inglesa, posee una muy grata factura, con una narración segura y sobria, a la que cooperan con deslumbrante eficacia la dirección artística y la fotografía. De alguna manera son alma de la película las canciones de Caetano Veloso Mérica, Mérica y sobre todo Una voz amada. Las dos actrices, magníficas; los dos actores cumplen con su adecuada presencia física.
Pedro Antonio Urbina