Director: Brian Levant. Guión: Jim Kouf y Tommy Swerldlow & Michael Goldberg y Mark Gibson y Philip Halprin. Intérpretes: Cuba Gooding Jr., James Coburn, Sisqo, Michelle Nichols, Graham Greene. 99 min. Jóvenes.
Cada cierto tiempo, la Walt Disney lanza alguna modesta película de acción real para toda la familia, en la línea de sus entrañables producciones de los años sesenta y setenta. Si la Navidad pasada triunfó con Princesa por sorpresa, ahora lo ha intentado con Aventuras en Alaska, comedieta disparatada que funcionó muy bien en Estados Unidos, pero que fuera está pasando sin pena ni gloria.
Protagoniza la historia un afamado y superficial dentista negro de Miami. Un día, descubre que es hijo adoptado y que su madre natural acaba de morir en Alaska. Viajará entonces hasta un perdido pueblo de aquel Estado para conocer sus raíces familiares y recibir la herencia: una cabaña de montaña y una reata de fieros perros de trineo. Su desinterés inicial cambia poco a poco, pues se enamora de una joven india, descubre quién es su padre y toma cariño a los leales y sacrificados perros de las nieves.
El guión es plano y previsible, y hasta incluye alguna gracia soez. Sin embargo, resulta un producto entretenido y simpático gracias a los preciosos paisajes de Alaska, la entrega de Cuba Gooding Jr., la poderosa presencia del veterano James Coburn, un buen elenco de secundarios, una fluida realización de Brian Levant (Beethoven, Los Picapiedra) y, sobre todo, una espléndida actuación canina.
Jerónimo José Martín