Director: Robert Benton. Guión: Robert Benton y Richard Russo. Intérpretes: Paul Newman, Susan Sarandon, Gene Hackman, Stockard Channing, James Garner. 94 min. Adultos.
Harry Ross, ex policía, trabaja como detective privado. En su último caso -devolver a Jack Ames su hija adolescente, fugada con el novio-, resultó herido. Prácticamente retirado, Harry vive en la lujosa casa de los Ames, gente del cine. Confidente y compañero de juego de Jack, que está enfermo de cáncer, y enamorado secretamente de Catherine, su hermosa mujer, Harry ocupa una extraña posición en esa casa. Cumpliendo un encargo de Jack, Harry se ve envuelto en un asunto de chantaje.
L.A. Confidential, Al caer el sol… ¿Vuelve el cine negro? Quién sabe. La película, con el tono crepuscular que anuncia su mismo título, cumple con muchas de las premisas del género; puede que con demasiadas, y que ése sea su problema: la falta de algún punto o giro nuevos. Un detective maduro, aficionado al alcohol, que está perdiendo facultades; un triángulo amoroso; un chantaje; unas fronteras más que borrosas entre lo que está bien y lo que está mal; y algunas sorpresas que no lo son tanto. Robert Benton (Kramer contra Kramer, En un lugar del corazón, Ni un pelo de tonto), con ayuda de su guionista Richard Russo, maneja con soltura estos elementos. Pero poco añade a los clásicos, aparte de algo de sexo y violencia, elementos no demasiado originales que digamos.
La impresión es que Benton ha decidido apostar fuerte por sus actores. En esto no se equivoca, pues todos están en su sitio, y son ellos los que sostienen el relato con su bien llevada madurez.
José María Aresté