Con una lograda ambientación, Barry Levinson plantea la brutal rivalidad entre dos legendarios mafiosos, ambos interpretados convincentemente por Robert de Niro.
Obra maestra de Scorsese, que trata el gansterismo con elevada perspectiva estética y ética, al abordar asuntos muy espinosos de la historia política, económica y social de EE.UU.
Esta agradable pero corrientita dramedia está bien para pasar el rato, pero no merece tantas candidaturas a los Oscar. Al final se llevó solo el de actriz principal, para Jennifer Lawrence.