La dura historia real del accidente nuclear de 1986, con su galería de dirigentes inmorales y héroes anónimos, equivale a una potente impugnación del comunismo.
La adaptación de la novela de Irène Némirovsky queda inevitablemente por debajo del original, pero es una película valiosa, que conserva la mirada profunda de la autora hacia el ser humano.
Continúan las aventuras de un Harry Potter crecido que se enfrenta al maligno Voldemort en una película de buen nivel, con menos acción y fantasía que las precedentes, pero con más tensión y dramatismo.