Película que, aunque en algún momento llega a ser atrevida, posee un fondo capriano: invita a hacer un esfuerzo por ser feliz y a pensar en los demás... y deja buen sabor de boca.
Certera críticas a la manipulación televisiva, que emboba las inteligencias e impide distinguir entre realidad y ficción, y a la sociedad sentimentalizada y materializada que la consume.