Fesser da continuidad a su éxito de 2018 con otra aventura deportiva, divertida, entrañable y formalmente más brillante, pero más discutible en sus planteamientos de fondo.
A pesar del tono ingenuo y de hacer hincapié en lo estético, esta serie sobre una escuela de “geishas” nunca cae en la artificiosidad, gracias a la cercana humanidad de los personajes.