Tras el éxito de “El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes”, la autora moldava regresa con una dura historia sobre una joven y su madre adoptiva.
Una lograda recreación del ambiente social de Oxford durante la II Guerra Mundial sirve de marco para la transformación del protagonista, un estudiante de extracción baja.
Los ocho relatos que componen la obra, que bien puede leerse a modo de novela, ofrecen al lector la mitología del lejano Oeste y las zozobras de la sociedad contemporánea.