Calparsoro quiere hablar de la corrupción política, pero el exceso de música, de rótulos, de sexo y de superficialidad ahogan cualquier tipo de mensaje.
Con un atentado terrorista como telón de fondo, Daniel Calparsoro consigue aunar una acción adrenalítica con una trama personal bien escrita e interpretada
Vitoria, 2016. Unai López de Ayala, un inspector experto en perfiles criminales, debe cazar a un asesino ritual que lleva aterrorizando a la ciudad desde hace dos décadas.
La historia del atraco a un banco sirve de punto de partida a este ameno “thriller”, que puede ser una de las películas españolas más populares del año.