Con una lograda ambientación, Barry Levinson plantea la brutal rivalidad entre dos legendarios mafiosos, ambos interpretados convincentemente por Robert de Niro.
Aunque se echa de menos una mayor profundidad en algunas cuestiones, destaca su positiva visión de la paternidad… y la interpretación del joven protagonista.
Seis años después de triunfar con “Parásitos”, el surcoreano Bong Joon-ho pierde enteros en esta distopía espacial, con un planteamiento sugerente, pero demasiado satírica y gruesa.
Los premios, previsibles en la mayoría de los casos, y la gala, correcta pero sin brillo, confirmaron la sensación de que esta edición no pasará a la historia.