Aunque menos publicitados, hay casos de personas que se sometieron a “reasignación de sexo” y, posteriormente, han pedido retornar a su sexo biológico y lamentado la ligereza del diagnóstico.
Antes de su muerte, Sacks reunió estos diez textos en los que trata diversos temas, como la memoria, los errores de percepción o los riesgos derivados de la especialización del conocimiento.
Un estudio del Happiness Research Institute de Copenhague señala que la desigualdad en el bienestar está incidiendo en la salud mental de parte de la población.
Algunas variantes de autismo pudieran estar detrás de la “disforia de género”. Con la prisa por los cambios de sexo quizás se esté desatendiendo un padecimiento psiquiátrico.
Aparte del uso clínico en trastornos como la depresión o la ansiedad, esta técnica de origen budista se está empleando en muchas oficinas para combatir el estrés.
El Colegio de Pediatras de EE.UU. advierte: inducir a los chicos a aceptar el cambio de sexo como algo normal puede considerarse una forma de maltrato.
El Dr. Carlos Chiclana, especialista en Psiquiatría, toma distancia de quienes sugieren “avanzar” velozmente con los menores que muestran síntomas de una hipotética disforia de género.
La mayoría de los niños con trastorno de identidad de género superan el problema tras la pubertad. Algunos colectivos querrían, sin embargo, que la “reasignación de sexo” comenzara cada vez más temprano.
Arana critica las concepciones naturalistas de la conciencia y subraya su incapacidad para explicar fenómenos como la libertad, la vida moral o los mecanismos mentales.
En este emotivo repaso por su vida que el neurólogo americano publicó poco antes de morir, su preocupación por entender la enfermedad y el sufrimiento contrasta con su propia desorientación existencial.