El movimiento provida ha procurado promover restricciones al aborto en las leyes de los estados y extender por todo el país una red de centros de ayuda a mujeres embarazadas.
Mientras la vieja guardia "pro-choice" se las ve y se las desea para renovar sus bases, se consolida una nueva generación de jóvenes dispuestos a cambiar el "statu quo" establecido por la sentencia del Tribunal Supremo estadounidense que legalizó el aborto el 22 de enero de 1973.
El Tribunal Superior de Dublín se opone expresamente a la implantación del derecho al suicidio asistido, tras la demanda interpuesta por una enferma de esclerosis múltiple.
Las restricciones económicas en el Sistema Nacional de Salud han obligado a dejar de financiar tratamientos de reproducción asistida que no responden a una patología.
La comisión Sicard entrega a Hollande su informe sobre el fin de la vida, reclama el desarrollo de la medicina paliativa y abre la puerta a debatir el suicidio asistido.