Aunque la gestación por madre sustituta esté prohibida en un país, de hecho está al alcance de quienes tienen dinero para costeársela en otro que la permita. De vuelta a casa, pueden quedarse con los niños así obtenidos por la fuerza de los hechos consumados. Y las agencias intermediarias operan como si no estuvieran infringiendo la ley. El Parlamento Europeo, que ya pidió la abolición universal de la maternidad subrogada en 2015, volvió a condenarla en una resolución aprobada el
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