Galeno abre la sección de cosmética

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Depilación por láser, tratamientos antiarrugas, liposucción, abrillantamiento dental… son servicios que cada vez con más frecuencia se encuentran en las consultas médicas estadounidenses. Estos servicios, tradicionalmente marginados por la profesión, han conseguido saltar el muro del oficio gracias a la fuerte demanda y a los crecientes beneficios económicos que traen consigo, ya que no las cubren los seguros médicos. El entrelazamiento actual de la medicina y la cosmética es una consecuencia más del aumento de preocupaciones relacionadas con el estilo de vida y la imagen.

La razón económica es simple, según International Herald Tribune (19-I-2000). Los seguros médicos no cubren los tratamientos o intervenciones quirúrgicas para mejorar la imagen personal, a menos que estén prescritas por un médico. De forma que el paciente corre con todos los gastos, a veces muy elevados. En Estados Unidos, por ejemplo, una operación para corregir la miopía con láser cuesta alrededor de 5.000 dólares.

Pero junto con las razones económicas está la creciente demanda. Muchas personas confían en que su vida mejorará con menos arrugas o una depilación permanente. De ahí que los tratamientos a discreción del «paciente» supongan hoy un 25% de las intervenciones en las clínicas de cirugía plástica o dermatológicas de las áreas urbanas. Los crecientes avances técnicos han contribuido a extender las prácticas, que ahora son mucho más eficaces y sencillas.

La cirugía láser es la que más sube la media. Los estadounidenses que han acudido al oftalmólogo para decir adiós a las gafas se han multiplicado por cinco en los últimos dos años. La medicina a la carta -muy común sobre todo en las ciudades- se da también en las clínicas dermatológicas, que ofrecen tratamientos para disimular las arrugas, además de cremas antienvejecimiento y todo tipo de productos de belleza. Por su parte, los odontólogos realizan técnicas de abrillantamiento dental y los ginecólogos, depilación con láser.

A algunos médicos los beneficios de la medicina cosmética les permiten seguir ofreciendo los servicios generales y mejorar el equipamiento de sus clínicas, ya que las compañías de seguros pagan peor que hace años. Por ejemplo, a comienzos de los 90, una aseguradora pagaba al cirujano entre 3.000 y 3.500 dólares por una operación de cataratas, pero ahora solo paga entre 750 y 2.000 dólares.

La alimentación inadecuada, la necesidad de ofrecer una imagen competitiva en el mercado laboral o las imposiciones estéticas han provocado que muchas personas vean la gordura, la calvicie o las arrugas como signos de fracaso. El mercado está abarrotado de píldoras (contra la alopecia, la obesidad, el alcoholismo, etc.) que reducen algo los efectos y que, aunque no son de prescripción libre, son fáciles de conseguir sin receta.

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