La película está ambientada a mediados de los años sesenta, y muestra a un joven Tony Soprano metiéndose en problemas: con su padre entre rejas, la figura que le impone y orienta es Dickie Moltisanti, inteligente y misterioso jefe de una familia mafiosa. Y hombre muy violento. Santos criminales se centra en esta figura y en la influencia que ejerce sobre Tony Soprano.
La ambientación ha sido muy cuidada: los años sesenta, la guerra de Vietnam y los tremendos conflictos raciales de entonces son el telón de fondo de múltiples actividades criminales. El guion es poco claro, abunda en detalles pero le falta visión de conjunto. El ritmo es bueno, hay mucha violencia, y algo de sexo, pero le falta el ingenio y el sentido del humor que tenían Los Soprano. Tony Soprano es interpretado por Michael Gandolfini, hijo de James Gandolfini, que interpretó a Tony Soprano en la serie.