Director: Michael Winterbottom. Guión: Frank Cottrell Boyce. Intérpretes: Wes Bentley, Milla Jovovich, Nastassja Kinski, Peter Mullan, Sarah Polley. 120 min. Adultos.
A través de películas como Besos de mariposa, Jude, Welcome to Sarajevo o Wonderland, el inglés Michael Winterbottom ha demostrado que es uno de los cineastas actuales más complejos y polifacéticos. Ahora afronta el western en El perdón, vistosa pero fallida adaptación de la novela de Thomas Hardy.
El deprimente argumento se desarrolla en un pueblo perdido de las montañas de California durante 1849, en plena construcción del ferrocarril. El cacique del lugar es Dillon, un pionero de origen irlandés que vendió a su esposa y a su hija pequeña a cambio de la licencia de explotación de una mina de oro. Ahora, veinte años después, Dillon domina la situación con mano firme y comparte su vida con la más bella de las prostitutas del lugar. Su tranquilidad se verá turbada con el retorno de su esposa y de su hija, ya una señorita, y con la llegada de un joven y honesto inspector, que decide por dónde debe pasar la línea férrea.
Acierta Winterbottom en su esmerada recreación de la multicultural sociedad norteamericana de la época, así como en el aprovechamiento dramático de los bellísimos paisajes californianos donde ha rodado. También es bastante buena su dirección de actores. Sin embargo, ésta se ve afectada por el gran defecto de la película: una insistencia excesiva en los aspectos más sórdidos del relato, mostrados a menudo con crudeza y sin perspectiva ética. A esto se añade un profundo pesimismo, que convierte en esbozos sin aliento las reflexiones de la película sobre el perdón y el arrepentimiento.
Jerónimo José Martín