Director y guionista: Ake Sandgren. Intérpretes: Nikolaj Lie Kaas, Susan A. Olsen, Peter Mygind, Line Kruse, Clara Nepper Winther. 93 min. Jóvenes-adultos.
Muy alabada por la crítica en el Festival de San Sebastián 2001, e injustamente ignorada por el Jurado Oficial de dicho festival, Un hombre de verdad es la sexta película rodada según los principios ultranaturalistas del Manifiesto Dogma 95 y la primera que afronta un argumento con elementos fantásticos. Con ella se ha dado a conocer internacionalmente el danés Ake Sandgren, bastante famoso en el ámbito escandinavo.
Charlotte y Walter son un matrimonio de ricos yuppies cuyas agotadoras dedicaciones profesionales les impiden cuidar de su hija Lisa, de seis años. Para soportar su soledad, la fantasiosa niña habla con J, un joven imaginario que según ella habita en una pared de su habitación y que sería en realidad su hermano mayor, abortado por sus padres hace años. Cuando Lisa fallece en un tonto accidente automovilístico, el destino arroja a J al mundo real con el cuerpo de un veinteañero pero con la mente y el alma de un niño. Pronto sufrirá en propia carne las crueldades de un mundo enfermo, casi incapaz de reconocer la inocencia y la bondad.
Como la mayoría de las películas Dogma, Un hombre de verdad está muy bien escrita, rodada con un poderoso hiperrealismo e interpretada con una autenticidad apabullante. Esto asegura la absoluta implicación emocional del espectador en los conflictos dramáticos y morales de la historia, expuestos a veces con una crudeza quizás excesiva. De todos modos, Sandgren está mucho más cerca del optimismo vitalista de Italiano para principiantes que del desolador pesimismo de Celebración. Así que su tremebunda condena del individualismo materialista culmina en una bellísima exaltación de la capacidad del ser humano para redimir sus culpas a través del dolor, el arrepentimiento y el amor.
Jerónimo José Martín